Una de las metas principales que buscamos todos los seres humanos es la de llevar nuestro nivel de vida al máximo de nuestras posibilidades. Pero nuestro nivel de vida no solo se determina por nuestra situación financiera o de salud, sino que se ve condicionado por algo todavía más determinante para nuestra felicidad: la calidad de nuestras relaciones.

Y relacionarse implica comunicar, hablar con los otros y escucharles, más allá de lo que pueden ofrecer internet y las redes sociales. Pero hablar persona a persona, sin intermediarios, puede ser para muchos un auténtico reto, si no una verdadera pesadilla.

 

Aquí te dejo algunos tips que te van a ayudar a desenvolverte con habilidad y ser capaz de hablar con cualquiera:

Cómo aproximarte a una persona que te interesa:

Evita el error más común: pensar que eres obvio con tu mirada o tu sonrisa. Solemos pensar que estamos siendo más expresivos de lo que realmente demostramos, cuando en realidad no es así.

Qué puedes hacer: cuando conoces a alguien que te interesa (desde el punto de vista personal o profesional), trata de ser más directo y déjale saber con la mirada que estás interesado en conectar con él: no te limites a hacer un par de miradas rápidas. Busca el contacto visual mantenido. Un saludo con la mano o la bebida servirán para confirmar el mensaje y que no pueda tomarlo como un error. Pensarás que esto te expone a ser rechazado, pero es peor perder la oportunidad.

 

“¿Y qué le digo?” Los estudios muestran que, cuanto más simple sea la frase de comienzo, más confiado/a aparecerás. “¿Qué tal? ¿Cómo estás?” puede ser un gran inicio. No te compliques.

“¿Y cómo continúo con la conversación?” Es más fácil de lo que piensas. Puedes utilizar cualquier elemento del entorno como tema de conversación. Fíjate en qué estaba haciendo esa persona antes de conectar contigo, qué le puede estar interesando en ese momento. Tal vez lleve en la mano una bebida curiosa, o tenga una insignia en la solapa que recuerde otro tema, o haya algo del lugar del evento que merezca la pena ser comentado. Si conoces al anfitrión del evento, puedes preguntarle al otro si también lo conoce, y podéis compartir historias.

 

Cómo relacionarte con tu jefe:

Evita el error más común: dejarte intimidar y tratar al jefe como si no fuera como tú. Esto provoca distanciamiento y cierta torpeza en la relación.

Qué puedes hacer: Con frecuencia olvidamos que nuestro jefe es alguien como nosotros. Es hermano, padre, hija, primo, amigo, pareja. El trato humano propio de alguien que también tiene esa condición facilita la relación. Esto quiere decir cercanía, cortesía y respeto, pero evita familiaridades incómodas.

Una clase de pregunta que agrada a estas personas es: ¿Estás trabajando en algo interesante últimamente? Todo el mundo tiene algo de lo que le encanta hablar: encuéntralo.

 

En los eventos de networking:

Evita el error más común: tratar de conectar con el mayor número de gente posible, buscando el volumen de contactos por encima de la calidad.

Qué puedes hacer: busca un buen lugar para situarte. Donde la gente va después de pedir su bebida en la barra puede ser un buen sitio.

Otros tips:

Muéstrate interesado e interesante. La gente suele recordar más lo que ellos dijeron que lo que escucharon de los demás. Aprovecha esto ayudando a la gente a sentirse más divertida e interesante, a contar buenas historias y sentir que causan una buena impresión.