Acerca de mí
La vida está hecha de momentos. Algunos son más relevantes que otros, y éste que estás viviendo ahora puede marcar un antes y un después en tu vida.
Uno de los miedos más grandes que tiene el ser humano, por encima del miedo a la muerte, es el de hablar en público. A la vez, esta habilidad es algo necesario para la gran mayoría de las personas que aspiran a obtener resultados excelentes en su vida profesional.
Si estás leyendo esto, es probable que tú también seas de esas personas. También es posible que tengas dificultades para impactar a tu audiencia sobre un escenario, que sientas que el miedo te frene a la hora de comunicarte y mostrar tu mejor versión. Por tu cabeza han podido pasar algunas de estas afirmaciones:
- “No logro expresar eficazmente mis ideas”
- “Se me nota nervioso y doy muestras de una gran inseguridad y poca credibilidad”
- “No resulto convincente. Mis intervenciones no mueven a la acción”
- “No consigo mantener la atención de la gente. Siento que no me escuchan. Tengo la sensación de que soy aburrido o poco interesante”
- “Termino mis presentaciones sin pena ni gloria. Al terminar, nadie se acuerda de mí, y menos de lo que he dicho”
- “Cuanto tengo que hablar en público, lo paso muy mal. Antes, durante y después. Luego me quedo con mal sabor de boca”.
- “Una vez di una conferencia y no me volvieron a llamar”
Puede que además que hayas pasado por malas experiencias y en el fondo de tu mente hayas instalado el pensamiento de que no vales, de que no tienes talento, de que eso de hablar en público es para otros.
Tal vez incluso hayas decidido quedarte en la oscuridad, fuera de los focos que iluminan una tarima, donde no hay miedo, pero sí frustración.
Déjame adivinarlo:
En el fondo piensas que tienes que estar ahí, donde brilla la luz, que mereces que se te vea y que los demás seres humanos necesitan dedicarte su atención. Porque eres importante y tienes mucho que aportar al mundo.
Y es cierto. Tienes mucho que aportar, y además TIENES TODO LO QUE NECESITAS para hacerlo. La clave es que descubras y potencies una habilidad que muy pocas personas desarrolla de forma consciente.
Se trata de una habilidad que va a llevarte a marcar una gran diferencia. Te hablo de la comunicación no verbal, de esos recursos que tienes y puedes utilizar de forma consciente, deliberada y aplicada, para convertirte en una persona con un poder de comunicación extraordinario.
Hace unos años, me encontraba en una situación muy diferente a la actual. Acababa de ser contratado como vendedor para una firma de diseño gráfico y creación de sitios web para negocios. Accedí a ese puesto de trabajo con mucho entusiasmo y ninguna experiencia, y casi ninguna formación. Mi trabajo consistía en llamar a posibles clientes y concertar una cita para presentarles los servicios de la compañía. Después de dos días de hacer llamadas de forma ininterrumpida, no había logrado ni una sola entrevista. Me sentía algo abatido, pero lo que hizo que me sintiera aún peor fueron las palabras de mi jefa: “Pau, creo que no eres muy convincente. Vamos a darte una semana y veremos si esto es para ti o no”. En otras palabras, me dijo que, o comenzaba a tener resultados, o en una semana habría terminado mi trabajo en esa compañía.
TENÍA QUE HACER ALGO. Si en una semana no obtenía resultados, sería despedido. Sabía que el problema estaba en mí, así que me puse a analizar y a pensar cómo podía cambiar las cosas. Me di cuenta de que el problema no era el contenido de mi mensaje (mi guión de ventas) sino el CÓMO transmitía mi mensaje. Lo que realmente echaba por tierra mis posibilidades de concertar entrevistas y cerrar ventas era mi deficiente comunicación no verbal. Así que comencé a enfocarme en hacer las llamadas de forma diferente, variando el tono de voz, el ritmo de mis palabras, y hablar sonriendo como si estuviera cara a cara con la otra persona.
Con la práctica, iba sonando diferente a mis interlocutores al otro lado del teléfono. Con cada llamada iba resultando más creíble y persuasivo. Había comenzado a liberar el potencial de mi lenguaje corporal y, de esta forma,
MIS RESULTADOS SE MULTIPLICARON: en poco tiempo llegué a concertar entrevistas y cerrar ventas cara a cara. Mejorando mi comunicación no verbal lograba conectar con los clientes de una forma casi impensable tiempo atrás.
Fruto de esta experiencia decidí ahondar en el conocimiento de la comunicación no verbal, formándome en profundidad.
HOY EN DÍA me dedico a ayudar a otros profesionales a desarrollar el potencial de su comunicación no verbal para aumentar su capacidad de conexión, su impacto, su influencia y su persuasión. Su liderazgo personal y profesional.
Si has llegado hasta este punto es porque de alguna forma te has visto reflejado en mi historia. Por eso, me encantaría conocerte y tener una entrevista donde pueda compartir contigo los pilares fundamentales que te puedan llevar a comunicar con tu cuerpo como los grandes líderes.
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